jueves, 8 de agosto de 2013

Silvio Rodríguez en Hojarasca Radio

DÍAS Y FLORES




Si me levanto temprano, 
fresco y curado, 
claro y feliz, 
y te digo: «voy al bosque 
para aliviarme de ti», 
sabe que dentro tengo un tesoro 
que me llega a la raíz. 
Si luego vuelvo cargado 
con muchas flores 
(mucho color) 
y te las pongo en la risa, 
en la ternura, en la voz, 
es que he mojado en flor mi camisa 
para teñir su sudor. 
Pero si un día me demoro, no te impacientes, 
yo volveré más tarde. 
Será que a la más profunda alegría 
me habrá seguido la rabia ese día: 
la rabia simple del hombre silvestre, 
la rabia bomba —la rabia de muerte—, 
la rabia imperio asesino de niños, 
la rabia se me ha podrido el cariño, 
la rabia madre por dios tengo frío, 
la rabia es mío —eso es mío, sólo mío—, 
la rabia bebo pero no me mojo, 
la rabia miedo a perder el manojo, 
la rabia hijo zapato de tierra, 
la rabia dame o te hago la guerra, 
la rabia todo tiene su momento, 
la rabia el grito se lo lleva el viento, 
la rabia el oro sobre la conciencia, 
la rabia —coño— paciencia paciencia. 

La rabia es mi vocación. 

Si hay días que vuelvo cansado, 
sucio de tiempo, 
sin para amor, 
es que regreso del mundo, 
no del bosque, no del sol. 
En esos días, 
compañera, 
ponte alma nueva 
para mi más bella flor.

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