sábado, 15 de marzo de 2014

....letras....

Poco sé de dioses, pero creo que el río
es un fuerte dios oscuro -hosco, indómito, intratable,
paciente en cierto grado, reconocido desde un principio
como frontera;
útil, de poco fiar, como un comerciante;
luego, sólo un problema para quien erige puentes.
Resuelto el problema, el dios queda olvidado
por aquellos que habitan ciudades, siempre, sin
embargo, implacable,
con sus eternas estaciones e iras, destructor.
recordando
a los hombres aquello que olvidan. Sin honor, desfavorecido
por adoradores de máquinas, esperando, no obstante,
observando, esperando.
Su ritmo estaba presente en la alcoba del niño,
en el lozano ailanto de abril,
en el olor de las uvas en la mesa del otoño
y el vespertino círculo de la luz de invierno

T. S. Eliot

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